Medidas de seguridad y manejo
La correcta aplicación de nuevas y mejores tecnologías será clave para ayudar a los productores en su búsqueda de una mayor eficiencia productiva.
Se debe contar con los elementos de trabajo y protección personal adecuados. Por ejemplo, en el caso de productos con fosforados o piretroides, se recomienda el uso de guantes. También, es necesario tener un botiquín de primeros auxilios para la atención de cualquier eventualidad o accidente que pudiera llegar a ocurrir.
- No realizar aplicaciones con el cepo abierto, ya que así se pierde todo tipo de control en cuanto a la dosis y al sitio de aplicación del producto, y podrían producirse lesiones o abscesos en la zona de aplicación. En muchas oportunidades también se golpea un hueso con la punta de la aguja, lo que genera una ruptura en ella que, a su vez, causa lesiones en los animales en los que se utilice posteriormente.
- No vacunar animales mojados ni extremadamente sucios, ya que esto predispone la producción de abscesos por infección en el punto de inoculación.
- Llevar un conteo de los animales vacunados, para luego cotejar el número con la cantidad de dosis administradas según los envases descartados.
- Al aplicar cualquier tipo de producto, siempre existe el riesgo potencial de generar reacciones adversas como el shock anafiláctico. Por este motivo se recomienda, en todo momento, observar a los animales ya tratados y contar siempre con adrenalina o dexametasona para tratarlos en caso de anafilaxia.
Todos los materiales, aunque sean reutilizables, tienen una vida útil. Por ejemplo, las agujas deben reemplazarse cada 100 animales; al perder el filo, la aguja comienza a ejercer una acción de sacabocado, este pequeño trozo de piel, que es inyectando junto con el producto aplicado, está contaminado con millones de bacterias que pueden generar un absceso en el sitio de aplicación.
Debe elegirse el tamaño de aguja adecuado de acuerdo al producto que se utilizará, la vía empleada y el tamaño del animal a tratar. A continuación, se presenta un cuadro representativo.
Si se utilizan jeringas automáticas, se deben calibrar para la descarga deseada y corroborar su óptimo funcionamiento con una probeta graduada de 10 mL. Es útil contar en la manga con los repuestos necesarios para su recambio frente a cualquier eventualidad, así como siempre tener jeringas de reserva para reemplazar la que está en uso.
Existen muchas definiciones de Bienestar Animal (BA), sin embargo, todas coinciden en que implica no sólo el estado físico en que se encuentran los animales sino también su estado mental; lo principal es que puedan expresar su comportamiento natural sin sufrir dolor, miedo o estrés.
El dolor y el miedo producen estrés, que tiene consecuencias en el organismo animal, entre las que podemos mencionar: aumento de la frecuencia cardíaca, aumento de la concentración de adrenalina, menor consumo de alimento, menor producción de leche o carne, así como también alteraciones en la reproducción e inmunidad. En definitiva, se afecta la eficiencia de producción de los rodeos.
Existen medidas sencillas de manejo que reducen el estrés en los animales con los que trabajamos:
- Durante los traslados, recordar que las tropas o rodeos mantienen una escala social para la marcha y es importante respetarla, al igual que la velocidad de marcha.
- No utilizar palos, picanas ni perros durante el trabajo en la manga. Esto sólo causa intranquilidad en los animales y, en la mayoría de los casos, también implica una mayor pérdida de tiempo.
- Utilizar banderas blancas para el arreo y el trabajo en el toril, y siempre abordar a los animales desde atrás.
- El personal debe estar entrenado y capacitado en buenas prácticas de manejo y bienestar.
- No utilizar caballos dentro de los corrales de la manga ni en el toril.
Partimos de la premisa de que todo lo que no se anota se olvida o se pone en cuestionamiento. Por tal motivo, se debe llevar una planilla donde se anoten datos principales, como: número de tropa, cantidad de animales tratados, fecha de tratamiento, producto aplicado, serie y fecha de vencimiento del producto, dosis aplicada, fecha de retratamiento y observaciones.
Contar con estos datos nos permitirá tomar decisiones a futuro, como retratamientos, corrección del plan sanitario, etc.